viernes, 6 de junio de 2014

El Borbón es el único animal que tropieza dos veces con la portada de El Jueves

Si, como decían en el hoy ya clásico del cine, un déjà vu es un fallo de Matrix, este jueves por la tarde debió caerse el sistema a lo bestia. Porque lo que se vivió ayer, a muchos lectores veteranos del popular semanario satírico español El Jueves nos recordó a los días del verano de 2007. Corría por aquel entonces un mes de julio relatívamente tranquilo, y aunque en el horizonte ya habían comenzado a aparecer las nubes de la tormenta perfecta que se desencadenaría ese mismo otoño, de momento nadie parecía demasiado preocupado por el futuro inmediato. Como prueba de ese optimismo, el Gobierno de España, presidido entonces por el socialista Rodriguez Zapatero, acababa de anunciar una ayuda a las familias de 2.500 € por el nacimiento de un nuevo hijo, y el popular semanario satirizaba entonces en su número 1.573 sobre el tema con una caricatura en portada, en que mostraba al heredero de la Corona española y su esposa fornicando en la posición del perrito mientras él comentaba: "¿te das cuenta? si te quedas preñada, esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida".

La susodicha portada causo las furias de sectores monarquicos, y dos días despues de salir a la venta dicho número, a instancias del fiscal Miguel Angel Carballo, el juez Juan del Olmo ordenaba la retirada de los kioscos de los ejemplares que aun quedaban a la venta, por un presunto delito contra la Corona. En el mundo hiperconectado del siglo XXI, las noticias vuelan, y cuando los agentes de policía llegaron a muchos puntos de venta a cumplir con la orden, se encontraron con que ya se les habían adelantado legiones de coleccionistas ávidos de hacerse con ejemplares del número prohibido, agotándolo en cuestión de segundos. Muchos de esos ejemplares fueron inmediátamente puestos a la venta en populares sitios web de subasta de productos de segunda mano, sin escatimar en comentarios jocosos sobre la fracasada censura. Mientras tanto se producían escenas grotescas, como la de los agentes de policía que, en cumplimiento de la literalidad de una ley de finales de los 60, se presentaron en la imprenta con la intención de incautarse de los moldes usados para la impresión, para pasmo de los trabajadores de la misma, que hubieron de explicar a los agentes que hacía décadas que dejaron de usarse tales moldes en el mundo de las artes gráficas.

Por supuesto, la polémica portada cuya contemplación se quiso impedir se convirtió en un fenómeno viral, y antes de que terminara el día ya se hablaba de ella hasta en Nueva Zelanda. Aun hoy es uno de los primeros resultados que aparecen al introducir en cualquier buscador de Internet las palabras "el jueves portada censura". Era de esperar que la lección hubiera sido aprendida definitivamente, y que los amigos de la tijera desistirían en el futuro de desafiar al efecto Streisand. Y sin embargo...



El miércoles 5 de junio de 2014, estaba prevista la puesta a la venta de un nuevo número del popular semanario satírico. Sin duda la noticia estrella de la semana había sido la abdicación del monarca español, y la revista se hacía eco de ella publicando en su pagina web y en sus cuentas en redes sociales un adelanto del número a punto de salir a la venta, que incluía la imagen de la portada preparada para el mismo, en la que el Rey Juan Carlos I manipula con pinzas, guantes y nariz tapada una mugrienta corona, mientras su hijo, el Principe Felipe, rodilla en tierra, espera con cara de aprensión a ser coronado con el repugnante objeto, en una sátira obvia de los escándalos de corrupción que afectan últimamente a la Casa Real española. Sin embargo la revista falla ese día a su cita con sus lectores en los kioscos. Un escueto comunicado achaca el retraso a "problemas técnicos" sin especificar, lo que dispara los rumores, a calmar los cuales no ayuda la desaparición del sitio web del semanario de la citada portada. El recuerdo de julio de 2007 planea en el ambiente. Finálmente, con un día de retraso, la revista llega a los kioscos el jueves 6 de junio, con una portada distinta a la previamente anunciada, en la que el protagonismo es para el joven líder de izquierdas español Pablo Iglesias, y su éxito en las recientes elecciones al Parlamento Europeo. Esa misma tarde, en un escueto comunicado via Twitter, el ex-director de la revista, Albert Monteys, anuncia su intención de dimitir, y pronto le siguen buena parte de las firmas de referencia del semanario, entre ellos el autor de la portada censurada, Manel Fontdevila. Empieza a hablarse abiertamente de censura, y las redes sociales arden. La portada retirada circula ampliamente, lo mismo que las más diversas teorías conspirativas sobre la retirada de la portada.

Finalmente, cercana la medianoche del jueves, el canal de noticias 324 de la televisión pública catalana logra contactar con el dimitido ex-director del semanario humorístico. En esa primera entrevista de urgencia, así como en otras apariciones ante la prensa, durante la mañana del viernes, de diversos de los humoristas que habían anunciado su decisión de abandonar el histórico semanario, estos presentan su versión de los hechos, en la que acusan a los propietarios actuales de la revista, la editora RBA, de estar tras la retirada de la portada, de una forma tan improvisada que comportó la destrucción en imprenta de la tirada de 60.000 ejemplares ya preparada para distribuirse el miércoles, así como de haber impuesto una nueva linea editorial que veta la presencia de caricaturas de miembros de la Casa Real en la portada hasta nuevo aviso. Habría sido esta injerencia en su trabajo la culpable de la avalancha de renuncias. A estas horas, ningún representante de la editorial ha comparecido para confirmar ni negar tal cosa, lo que ha disparado las especulaciones sobre quien esta finalmente detras de todo, si todo acaba realmente en la editora propietaria, o han habido presiones politicas sobre esta. Lo que está bien claro es que, en un momento en que la abdicación del Rey Juan Carlos I ha vuelto a poner sobre la mesa en debate entre monarquía o república, la Casa Real sigue siendo un tabú en España. Algo que las generaciones más jovenes definitivamente no entienden.


Fe de erratas: en la primera versión de este arículo se indicaba erroneamente que Albert Monteys era el director de El Jueves, cuando dejó dicho cargo en 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario