Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Primeros ministros anunciar a la prensa la incautación de remesas de carteles y octavillas como si de la captura de importantes alijos de droga se tratase. Destacamentos enteros de policía acuartelados en un transatlántico decorado con personajes de dibujos animados. Asaltar sin ordenes judiciales imprentas, diarios, oficinas públicas y sedes de partidos políticos. Cerrar páginas web que lo más dañino que contenían era carteles. Todos los recursos de inteligencia de un estado moderno empleados en la búsqueda de unas urnas que jamás encontraron, porque ciudadanos anónimos las pasaron de contrabando por la frontera usando métodos improvisados. Fuerzas antidisturbios apalear con sadismo a ancianos y niños desarmados como si de peligrosos criminales se tratase. La persona que desarticuló un sanguinario comando terrorista en cinco días declarar ante el juez acusado de sedición. Autoproclamados patriotas celebrando el desconcierto empresarial causado por todos estos acontecimientos. Y una ciudadanía empoderada mantenerse serena y plantar cara con firmeza y pacíficamente a toda esta violencia represiva. Todos estos recuerdos no debemos permitir que se pierdan como lágrimas en la lluvia. Es hora de mantenernos firmes, luchar por nuestros derechos y deshacernos para siempre de estas rémoras de un pasado oscuro que creíamos superado.
Que Rutger Hauer, Ridley Scott y Philip K. Dick me perdonen. Rajoy no. Lo que ese incapaz pudiera pensar de este escrito si alguna vez llegase a leerlo me importa un comino, sinceramente.
Que Rutger Hauer, Ridley Scott y Philip K. Dick me perdonen. Rajoy no. Lo que ese incapaz pudiera pensar de este escrito si alguna vez llegase a leerlo me importa un comino, sinceramente.
Urna del referéndum de autodeterminación de Catalunya del 1 de octubre. Foto del autor del blog, que confiesa con orgullo haber participado en la defensa del mismo, y estar dispuesto a volverlo a hacer si se diese el caso.
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