lunes, 28 de julio de 2014

¿Antisemita?

Este pequeño artículo que estas leyendo es una pieza de antisemitismo. No en el sentido tradicional del término, claro. Aquí no vas a encontrar negacionismo del Holocausto, ni locas teorías conspirativas sobre complots judíos para dominar el mundo. Esas mierdas tendrás que ir a buscarlas a páginas de la ultraderecha. Tampoco tonterías sobre como los judíos mataron a Cristo y demás idioteces propias del nacionalcatolicismo. No, este artículo es antisemita en el sentido bastardo del término que esta de moda ahora. Este artículo es antisemita según esa moda, porque, imagino que ya lo habrán adivinado, va a criticar duramente al gobierno de Israel, y su política genocida, y a tratarles de criminales de guerra y de fascistas (otro término que se usa de forma bastarda muy a menudo, pero que creo que aquí se puede usar en consonancia con la definición clásica del mismo) y al discurso de propaganda con el que tratan de justificar sus crímenes. Y al final, permítanme el spoiler, les va a acusar a ellos mismos de antisemitas.

Pieza de propaganda del ejercito de Israel destinada a los occidentales.

martes, 8 de julio de 2014

¿El miedo ya ha cambiado de bando?



Hace algún tiempo, en un artículo que trataba sobre la irrupción en la política italiana de Beppe Grillo y su Movimiento 5 Estrellas, se argumentaba que lo único que impedía un terremoto político similar en España era la falta de un antilíder, tal y como se definía a Grillo en dicha pieza periodística, sumamente crítica, capaz de ponerse al frente. Una figura capaz de poner un rostro suficientemente mediático a todo ese magma subyacente de indignación ciudadana que también existía en España, y producir un vuelco electoral como el acontecido en Italia, o como el anteriormente sucedido en Grecia, con la irrupción de Syriza, pasando de las manifestaciones a las elecciones. Ya había habido un primer aviso en ese sentido, a finales de 2012, en las elecciones catalanas celebradas en noviembre de ese año, cuando la CUP (Candidatura d'Unitat Popular), un partido de izquierda asamblearia e independentista, logró con una candidatura encabezada por el periodista David Fernàndez, una  figura muy ligada al mundo del activismo barcelonés, entrar en el Parlament con tres diputados. Pero quizá por la adscripción de dicho grupo al ideario independentista catalán, la irrupción de una fuerza que reivindicaba el asamblearismo y el activismo, y de un líder surgido a partes iguales tanto del mundo del activismo social como del periodismo alternativo quedó camuflada, disimulada como un simple actor más en el debate alrededor de las aspiraciones catalanas a la independencia. Aunque hubo voces en su momento que comentaron que no podía desligarse esta irrupción de un nuevo actor político del fenomeno de los "Indignados", las grandes protestas politicas de 2011 (entre ellas la del mismo David Fernàndez, que reivindicaba dichas protestas como una fuente de inspiración política) la mayoría de analistas de cabecera de los grandes medios ya por aquel entonces coincidían en dar dicho movimiento por políticamente amortizando, no esperando que fuese a influir gran cosa fuera del ambiente más estricto del activismo vecinal en el futuro. Habría que esperar año y medio para que la realidad desmintiera tales afirmaciones.