sábado, 27 de julio de 2013

El eslabón más débil y la jauría de canallas.

No es extraño que España te sorprenda, muchas veces para mal, a veces para bien, y en algunas ocasiones, para bien y para mal al mismo tiempo. Y siempre suelen ser los mismos los que lo hacen en cada uno de los sentidos. Siempre será el pueblo llano, la gente mas humilde la que te sorprenda para bien, mientras que son los poderosos, los dirigentes económicos y políticos, junto con sus altavoces mediáticos, los que te harán sentir nauseas con su actitud. En estos momentos está en marcha una nueva versión de esta vieja historia, a cuenta de un hecho trágico, el accidente ferroviario que el miércoles 24 de julio se llevó por delante la vida de al menos 80 personas en la ciudad de Santiago de Compostela. En un primer momento fue motivo de orgullo la actitud de los ciudadanos de a pie, volcándose en la ayuda a los damnificados por la catástrofe. Sin embargo, pasadas esa primeras horas, y a medida que la necesidad del apoyo a las víctimas dejaba paso a otra necesidad, la de aclarar las causas de la catástrofe, hemos empezado a ver esa segunda cara mas miserable de este país, esa actitud cobarde y traicionera de aquellos que ostentan responsabilidades, y que siempre están dispuestas a sacudírselas de encima cuando hay un problema, y a poder ser, cargarlas sobre los hombros de aquellos que tienen poca o ninguna capacidad de defenderse.

Cartel anónimo que circula por las redes sociales, criticando el tratamiento de la tragedia ferroviaria por parte del diario ABC.

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Y la falta de vergüenza?.

Desde luego, con este gobierno carca y casposo de que disfrutamos en España, no hay día que no nos encontremos con alguna declaración que es toda una patada a la inteligencia. Ahora le ha tocado a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad(?) Ana Mato, que, en la rueda de prensa ofrecida al término del Consejo Interterritorial de Sanidad, y preguntada sobre el esperado nuevo tijeretazo, en este caso al Real Decreto que regula el acceso a los tratamientos de reproducción asistida, el acceso a los cuales pretende restringir, facilitándolos únicamente a mujeres menores de 40 años u hombres menores de 55 con diagnóstico médico de infertilidad, y sobre su obvio sesgo discriminatorio hacia las parejas del mismo sexo o mujeres solteras que quieran acceder a estos servicios, ya que de dichas condiciones se deduce fácilmente que solo las parejas heterosexuales podrán ser evaluadas como elegibles, se ha despachado con la siguiente frase, que es de esas que piden a gritos ser grabadas en mármol: "no creo que la falta de varón sea un problema médico".

Vuelve "er masho".

viernes, 12 de julio de 2013

El silencio de los peperos.

En el momento en que escribo estas líneas, en España ya llevamos un par de días surfeando sobre la cresta de la ola que ha causado, en la charca pestilente de aguas estancadas que es la política estatal, la última piedra arrojada por el preso en espera de juicio más famoso de España, el ex-tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas, con su entrevista en exclusiva en la edición del 7 de julio de 2013 del diario El Mundo, y la posterior entrega del primero de una presumible serie de documentos, entre los que se encontrarían tanto los originales de aquellas copias a las que en su día tuvo acceso el diario el País, que las publicó en su edición del 31 de enero de 2013, como otros aun desconocidos, y cuyo contenido se presume sería demoledor para importantes figuras del partido gubernamental en España, entre ellas el mismo Mariano Rajoy. Las ramificaciones de este escándalo de presunta financiación ilegal y cobro de sobresueldos irregulares se extienden en el espacio y en el tiempo, y no hay lugar que parezca a salvo de su contaminación. Enfrentados a la tormenta perfecta, entre los miembros del Partido Popular parece que se ha impuesto una táctica desesperada de supervivencia: ha llegado la hora del silencio.

El-que-no-debe-ser-nombrado saludando a público y prensa. Foto de La Vanguardia.