Estoy profundamente asqueado del festival de hipocresía barata que,
como no, se ha puesto en marcha a cuenta de la barbarie del viernes en París. ¿Porqué
cuando se hunde una de esas barcazas miserables en la que tantos pobres
desgraciados tratan de encontrar, no ya una vida mejor, sino simplemente
una esperanza de sobrevivir, huyendo de los mismos malnacidos
culpables de la masacre de ayer, y deja de golpe tantos o mas muertos
que las bombas de anteanoche, no vemos a todas las televisiones poner
lacitos negros en la pantalla, ni declararse días de luto oficiales, ni
a los grandes líderes políticos salir corriendo a hacer declaraciones,
ni hay minutos de silencio en los estadios, etc? Suerte habrá si la
noticia que informe del drama ocupa tanto espacio como el último rumor
sobre el Barça o el Real Madrid. Y sin embrago, es la misma guerra. Pero
hay muertos de primera y muertos de tercera. Muertos que hasta parece
que es mejor que mueran, para que no vengan con su miseria a llamar a
nuestra puerta en busca de ayuda o refugio.
No, conmigo no contéis para participar en este carnaval macabro.
Respeto absoluto a las víctimas de la barbarie, pero por ese mismo
respeto, me niego a participar en la farsa levantada con su nombre como
excusa. Si esto me convierte en el malo de la película, pues seré el
malo, me da igual. Se que tengo razón, y es lo único que me importa.
Bravísimo - Goya (serie Los Caprichos)
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