5 de diciembre. Querido diario de campaña electoral: varias cosas que se deducen a bote pronto del último movimiento judicial respecto al Proces (la retirada de la orden internacional de detención contra Puigdemont)
1- España sabe que su causa es impresentable a nivel jurídico internacionalmente. Ha retirado la orden internacional como el atleta mediocre se retira de la competición en la que sabe que no tiene posibilidades: para ahorrarse el sudor y la vergüenza.
2- Con este movimiento, además, se confirma la intencionalidad política del movimiento juridico. Si los belgas hubiesen decidido entregarle, pero con unas condiciones que implicasen su puesta en libertad condicional inmediata, sería un enemigo suelto y cantando victoria alrededor tuyo. Así, al menos lo mantienes alejado. Te pone en evidencia, sí, pero aún puedes llamarle cobarde frente a tu público.
3- Este movimiento convierte de hecho a Puigdemont en un exiliado político homologable según todos los conceptos. Puede en estos momento pisar cualquier país excepto España, donde sería detenido y acusado de unos cargos que, como este relato de acontecimientos demuestra, su acusador sabe perfectamente que son abusivos.
4- El cientocincuentaycincoismo debe tener mucho miedo cuando hace un movimiento tan revelador en este momento tan delicado. La partida no debe estar tan favorable a la Khaleeshi Arrimadas como el CIS nos quiere vender. Pero también demuestra una confianza ciega en el seguidismo de sus fieles. Basicamente, están llamado bobos a sus votantes.
5- Que este movimiento se produzca en pleno inicio de la campaña, y tras la publicación de unas encuestas que hablan de un empate como el mejor resultado aspirable por el cientocincuentaycincoismo, deja además definitivamente demostrado que la independencia de la Justicia española es un mito.
6- Visto desde Catalunya, el panorama es claro: España es una democracia bananera en proceso de acelerada erdoganización. El 21-D es o República o involución. El barco se hunde. Salvese quien pueda.
7- Españoles, espabilad, que, pase lo que acabe pasando con los catalanes, el marrón va a seguir ahí el dia 22, y si al final nosotros conseguimos largarnos, aún os tocará a más barro que tragar por boca.
1- España sabe que su causa es impresentable a nivel jurídico internacionalmente. Ha retirado la orden internacional como el atleta mediocre se retira de la competición en la que sabe que no tiene posibilidades: para ahorrarse el sudor y la vergüenza.
2- Con este movimiento, además, se confirma la intencionalidad política del movimiento juridico. Si los belgas hubiesen decidido entregarle, pero con unas condiciones que implicasen su puesta en libertad condicional inmediata, sería un enemigo suelto y cantando victoria alrededor tuyo. Así, al menos lo mantienes alejado. Te pone en evidencia, sí, pero aún puedes llamarle cobarde frente a tu público.
3- Este movimiento convierte de hecho a Puigdemont en un exiliado político homologable según todos los conceptos. Puede en estos momento pisar cualquier país excepto España, donde sería detenido y acusado de unos cargos que, como este relato de acontecimientos demuestra, su acusador sabe perfectamente que son abusivos.
4- El cientocincuentaycincoismo debe tener mucho miedo cuando hace un movimiento tan revelador en este momento tan delicado. La partida no debe estar tan favorable a la Khaleeshi Arrimadas como el CIS nos quiere vender. Pero también demuestra una confianza ciega en el seguidismo de sus fieles. Basicamente, están llamado bobos a sus votantes.
5- Que este movimiento se produzca en pleno inicio de la campaña, y tras la publicación de unas encuestas que hablan de un empate como el mejor resultado aspirable por el cientocincuentaycincoismo, deja además definitivamente demostrado que la independencia de la Justicia española es un mito.
6- Visto desde Catalunya, el panorama es claro: España es una democracia bananera en proceso de acelerada erdoganización. El 21-D es o República o involución. El barco se hunde. Salvese quien pueda.
7- Españoles, espabilad, que, pase lo que acabe pasando con los catalanes, el marrón va a seguir ahí el dia 22, y si al final nosotros conseguimos largarnos, aún os tocará a más barro que tragar por boca.